“ “O era prostituta o era la pareja…Magdalena no importaba. Importaba su cuerpo” La obsesión con lo sexual (a partir del rechazo helenista del cuerpo, seguramente) llevó a entender los siete demonios como un gravísimo pecado sexual Un tema teológico e ideológico se transformó en sexual. Y entonces, para muchos (todavía hoy) Magdalena fue compañera […]
a través de La Magdalena y su (no) pecado — PRENSA ECUMÉNICA – ECUPRES